Personas que siguen mis locuras ☼

14.9.17

Dejar ir

Me resulta tan difícil no pensarte, no extrañarte, no añorarte, no necesitarte, no buscarte...
La realidad es que fuiste un buen amor, nos costó ser felices y al final nos cansamos, pero fue inevitable no acostumbrarme a vos, a tu compañía, a no volver sola a casa, a los mensajes a la madrugada, a que estuvieras conmigo y me hicieras reír.
Me duele que no estés acá, me angustia el hecho de enfrentarme al mundo sola, sin tus cuidados, sin tus celos, sin tus abrazos.
Me gustaba recostar mi cabeza en tu hombro, olvidarme del mundo, de mis problemas, de mis dudas pasajeras...
Me encantaba mirar tus ojos dulces, recorrer con mi dedo el contorno de tus labios, tocarlos, morderlos y besarlos.
Sé que fui yo la que dijo adiós, que fui egoísta, que pensé sólo en mi, pero el tiempo y la vida me enseñaron que es necesario valorar a las personas cuando las tenes y no cuando ya las perdiste.
Fui tonta y te perdí, te deje ir. Creí que necesitaba un tiempo para mi.
Hoy sé que la vida no es eso, no es sólo reír y divertirse, también es trabajo y esfuerzo, conservar buenas personas y atesorar momentos que no se van a volver a repetir.
Después de perderte entendí que el verdadero amor se construye en las pequeñas cosas.
Sé que es tarde, que ya decidiste, que seguiste tu vida sin mí, y yo tengo la culpa. No valoré tus abrazos, tu sonrisa sincera, ni tus consejos cotidianos.
Es tarde, lo sé, no me atrevo a pedirte volver, no me queda más que asumir la culpa y sentir melancolía al recordar.

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